En este post quiero dedicarme a las mujeres, las mujeres como ser humano y su comportamiento. Desde el principio estoy de acuerdo con la igualación de derechos, la llamada revolución femenina, liberación femenina o como quieran decirles. Es lo que corresponde la igualdad de derechos y responsabilidades. Somos y debemos ser iguales en muchos aspectos, pero no en todos. Y eso es lo que quiero plantear.
Los hombres y las mujeres son seres diferentes y esas diferencias no deben desaparecer, creo que los últimos giros que han surgido en la cultura atentan contra algunas de las cosas más preciosas que tienen o tenían las mujeres. Buscar la igualdad de derechos no significa caer en la vulgaridad ni en el mal gusto. Que una mujer sea libre de tomar sus desiciones no debe implicar que deje de ser una mujer, que deje de preservarse y solo busque la igualación con el hombre en todos los aspectos, esa igualdad actual es la deformación que veo en los ideales originales de la revolución femenina, busquemos los mismo derechos pero no busquemos ser iguales porque no lo somos.
Veo día a día una creciente tendencia en las mujeres de caer en el mal gusto y la degradación, lo que conlleva a la pérdida de la femeneidad como bien muy preciado, hoy día las mujeres no son esposas sino "socias" no son mamás sino "criadoras".
La vestimenta femenina también cayó en la degradación, cada día la mujer se viste menos como mujer y más como hombre o bien como "gato". Para ser una mujer hoy no hay que ser un gato o actual como uno. No nos enorgullezcamos de lo que no debemos o bien de lo que deberíamos avergonzarnos.
Mujeres del siglo XXI, no puedo hablar en nombre de todos los hombres, pero si puedo hacerlo en nombre de unos cuantos locos que creemos que se "fueron de mambo" con la igualación con el hombre, queremos mujeres esposas, queremos mujeres mamás, queremos mujeres con todas las letras, no nos interesan los gatos ni las que actúen como ello.
Tengamos en cuenta que hay otros bailes más allá del del caño.
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